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Clase de relajación

La clase de hoy comenzó siendo dinámica y divertida. Hemos hecho tres actividades diferentes con el fin de que nuestros alumnos liberen tensiones, pasen un tiempo distendido y se relajen.  


La primera actividad consistía en realizar estiramientos de brazos, piernas y torso, así como el movimiento de cabeza. Estos ejercicios son muy saludables para nuestros alumnos, ya que el entrenamiento de los músculos ayuda a prevenir las lesiones que pueden producirse después de realizar alguna actividad física intensa. Por ello, les hemos enseñado una serie de estiramientos básicos para que adquieran el hábito de realizarlos antes de cualquier actividad deportiva. Por otra parte, mejora la flexibilidad de los músculos y la postura corporal.

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La tercera fue una mezcla de diferentes técnicas de relajación guiada. Para ello, aplicamos la meditación mindfulness, práctica budista que comenzó hace 2500 años en la india con Siddhrta Gautama (Buda). Esta técnica se utiliza en terapias psiquiátricas y psicológicas para reducir el estrés, la depresión y ansiedad de aquellas personas que lo sufren.

Esta meditación pretende que la persona tome conciencia de lo que ocurre en el presente y en la realidad; tiene la finalidad de eliminar, por un momento, pensamientos y emociones negativos que pasan por la mente para mantenerla tranquila, para ello, deberá concentrarse en un sólo estímulo; normalmente se incluye el estímulo de la respiración, que sirve para liberar tensiones y reducir el estrés.

 

También utilizamos una técnica de relajación muscular progresiva elaborada en 1920 por el médico estadounidense Edmund Jacobson, que la empleaba en sus pacientes para aliviar la ansiedad; consiste en tensar músculos del cuerpo y centrarse en la relajación de los mismos para percibir esa última sensación.


En primer lugar, recomendamos a nuestros alumnos que cierren sus ojos, adopten una postura cómoda y respiren de forma tranquila y profunda. A continuación, nombramos varias partes de su cuerpo para que se centren en ellas y les aconsejamos que se fijen en las sensaciones que le produce la relajación.

La segunda, trataba de que cada alumno camine de forma independiente por toda la clase; la primera vez lo hicieron en silencio y sin saludar a ningún compañero.

Más adelante, siguieron caminando,  esta vez podían saludar a los compañeros que se encontraban por el camino, pero debían hacerlo con gestos.

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Por último, se desplazaron por la clase como las veces anteriores y saludaban de manera espontánea a sus compañeros. Algunos se abrazaban y otros chocaban las palmas.

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